Auschwitz Challenge
Etapa 4 - AMSTERDAM II - LOS AMIGOS, ESOS HERMANOS QUE TE DAN LA VIDA


Estimado peregrino, estimada peregrina:
Despertamos en Ámsterdam y seguiremos disfrutando de Etty Hillesum. Hoy Etty nos presentará a sus amigos. Ella era muy sociable y sabía bien cómo llamar la atención en los encuentros sociales. No faltaban chicos que suspiraran por ella y esto le gustaba y pasaba su tiempo pensando en los vestidos que llevar o cómo tratar a esta persona o la otra. Vamos, que lo bueno de estar con Etty es que en ella vemos a una joven normal y que, habiendo pasado ya más de 100 años de su nacimiento, podemos sentirnos identificados en algunas de sus vivencias.
La amistad es, sin duda, algo esencial para ella, pues tratar de corazón a corazón con otras personas le ayuda a comprender lo que está viviendo o se cuestiona asuntos que ve en los demás. Cierto día, por ejemplo, le preguntó a su amiga Henny Tideman si ella se arrodillaba alguna vez para rezar. Y es que a Etty le llamaba mucho la atención que los católicos emplearan esta postura corporal tan desconocida para la tradición judía. Su amigo Klaas le anima a huir o esconderse. Su amigo Mechanicus en el campo de Westerbork fue un apoyo continuo, su amiga Maria, Jopie…
Teresa de Jesús hablaba de la necesidad de “amigos fuertes de Dios” para poder recorrer el camino de la vida con Jesús. Ana Frank, coprotagonista de esta etapa y célebre por sus diarios escritos durante el tiempo que estuvo escondida con su familia en esta ciudad de Ámsterdam, también tuvo su “mejor amiga”, Jacqueline. Esta amiga fue hasta hace poco tiempo una desconocida para la opinión pública. Pero después de muchos años publicó un libro en el que confiesa: “No siempre resultaba fácil ser la mejor amiga de Ana. Era exigente y a menudo celosa... Teníamos caracteres totalmente opuestos. Sin embargo, éramos como almas gemelas, no había secretos entre nosotras y tratábamos de imitarnos la una a la otra (…) Volvíamos juntas del colegio... Hacíamos los deberes juntas. Ana era más estudiosa, pero yo la ayudaba con las matemáticas, asignatura que no se le daba muy bien". Juntas jugaban al pimpón. Y leían los mismos libros, sobre todo las aventuras infantiles de la escritora holandesa Cissy van Marxveldt. "Nos permitían identificarnos con aquellas chicas que vivían en un mundo de libertad y despreocupación (…) Lo pasábamos bien. Teníamos conciencia de estar viviendo en una época complicada, pero no imaginábamos lo que ocurriría".
Etty y Ana. Dos chicas que no eran perfectas pero que dejaron en sus diarios un testimonio valioso para las siguientes generaciones: si la vida de todos y cada uno de los seres humanos no es valorada en su dignidad profunda, Auschwitz se repetirá una y otra vez en cada momento de la historia.
Vivamos esta etapa con profundo agradecimiento por las amistades que hemos tenido y tenemos en la actualidad, siendo conscientes de que algo de nuestra identidad de ahora es fruto de estas relaciones tan especiales. Caminemos por las calles de Ámsterdam de la mano de Etty, de Ana y de nuestros amigos.
¡EUNTES!


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Material para extra motivados
RECETA DEL DÍA: BITTERBALLEN
Ingredientes
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300 grs. de carne vacuna cocida
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60 grs. de mantequilla
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60 grs. de harina
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Caldo de carne
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Sal
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Pimienta
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Perejil
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Polvo de curry
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Pan rallado
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Huevo
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Aceite de oliva
Partiendo de la base de que ya tenemos la carne cocida, la añadimos a un bol junto con un huevo batido y removemos hasta que se forme una masa. A continuación, vamos añadiendo poco a poco la harina, espolvoreándola mientras seguimos removiendo toda la masa.
Cuando tengamos los tres ingredientes mezclados, calentamos en un cazo toda la mantequilla y añadimos el polvo de curry, el perejil, la sal, la pimienta y el caldo de carne. En cuanto a cantidades, de las especias se puede añadir una cucharada de café y, de caldo, dos tercios de un vaso de agua. Dejamos que llegue a hervir todo el contenido y cocinamos durante un par de minutos. Durante la cocción notaréis el olor que desprende, todo ese olor conseguirá dar un sabor muy especial y condimentado a nuestras bitterballen.
Pasados los dos minutos, retiramos del fuego, esperamos a que se enfríe un poco y añadimos a la masa, removiendo y mezclando todo lo mejor que podamos.
Una vez que todos los ingredientes se encuentran perfectamente compactados, tapamos el bol con papel film y lo reservamos en la nevera al menos durante 8-12 horas, para que los ingredientes vayan uniéndose.
Transcurridas las horas, sacamos de la nevera el bol y retiramos el film. Con la mano vamos cogiendo porciones de la masa y haciendo bolas redondas de unos 4 o 5 centímetros, las pasamos por harina, huevo y pan rallado y reservamos. Cuando terminemos con todas ponemos a calentar una sartén con abundante aceite y vamos friéndolas de pocas en pocas, claro que esto dependerá de la sartén que usemos, pero intentar no echar muchas a la vez.
Para presentar las bitterballen se suelen colocar en un plato junto con un cuenco con mostaza.

PROPUESTA DE CINE Y LECTURA:


